El
senador Rubén Giustiniani, presidente de la Comisión de Ambiente y Desarrollo, se comprometió hoy
desde Famatina a convocar para el mes de junio a una jornada en el
Senado para abordar el tema de megaminería y abrió la comisión para que
los asambleístas y asociaciones mediambientales acerquen sus
inquietudes.
Tras
tomar contacto con los pobladores de Famatina (La Rioja) que mantienen
desde hace años una fuerte lucha para prohibir la minería a cielo
abierto a base de cianuro, el senador nacional del socialismo y presidente de la Comisión de Ambiente y Desarrollo de la Cámara Alta, Rubén Giustiniani, se
comprometió a abrir un debate en el seno de la Comisión para trabajar
sobre las iniciativas que prohíben el uso de sustancias contaminantes y
proyectos de regulación de la megaminería, con participación de
especialistas en la materia.
Además, Giustiniani abrió el ámbito de la Comisión para que las asociaciones ecologistas acerquen sus inquietudes.
“Debemos
regular este tipo de actividades para evitar que la cordillera de los
Andes sea devastada por la dinamita del lucro y la codicia del oro, y
para concretar en leyes el desarrollo de un medio ambiente sustentable
para nosotros y las generaciones futuras”, expresó Giustiniani.
Junto al
santafesino Giustiniani, se encuentran los senadores Eugenio Nito
Artaza (UCR - Corrientes) y Teresita Luna (FPV - La Rioja y
vicepresidenta de la Comisión de Ambiente del Senado), los diputados
nacionales Julio Martinez (UCR - La Rioja) e Inés Brizuela (UCR - La
Rioja) y el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de Diputados,
Juan Casañas (UCR - Tucumán).
Las
convocatorias de las Comisiones de Medio Ambiente de Senadores y
Diputados Nacionales, obedece a invitaciones enviadas a las presidentes
de ambos cuerpos y del Intendente Departamental para participar de los
actos conmemorativos del 420 aniversario de la fundación de ese
departamento.
El cerro de Famatina alberga un área
de 40 km2 de una zona rica en oro y que despertó el interés para
explotar esos recursos amparado en el marco del Plan Minero impulsado
por el gobierno nacional. La forma de extracción metalífera a cielo
abierto dinamita toneladas de montañas, utiliza enormes cantidades de
agua de lagos, arroyos y ríos aledaños, y separa los minerales con esa
agua mezclada en una solución a base de cianuro.
“Esto
pone en riesgo no sólo el agua de las poblaciones locales, sino también
otras actividades y emprendimientos productivos como la agricultura o
la vitivinicultura”, expresó el senador socialista.
Para obtener 25 kg de oro diarios se
deben volar 25 mil toneladas de roca, que deberán ser tratadas con 4
toneladas de cianuro disueltas en 500 mil litros de agua y grandes
cantidades de cal y zinc, quedando un promedio de 50 mil toneladas de
desechos sólidos, 240 toneladas de emisiones de dióxido de carbono, y la
“sopa” de agua cianurada altamente contaminante en los llamados “diques
de cola”.-
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